Todo el mundo tiene derecho a ser querido proclamó con la palabra y su conducta el Papa Francisco, quien hoy deja un legado transformador en temas candentes como la inmigración, la búsqueda de la paz en zonas de conflicto, la atención a las personas vulnerables, la pobreza, el respeto por el planeta, entre otros. Lamentamos su partida de hombre bueno capaz de abordar los grandes desafíos de este siglo.